El corte láser puede aplicarse sobre multitud de materiales metálicos y no metálicos de distintos espesores con resultados de gran calidad. El proceso se realiza sin contacto, por lo que no aparecen deformaciones, desgastes o daños en la pieza consecuencia del impacto de los útiles.
La concentración del rayo láser en un punto causa un aumento de temperatura local que funde o evapora el material, mientras que el resto de la pieza apenas recibe carga térmica. Cuando el rayo atraviesa el material, provoca el proceso de corte, cuya anchura no supera el diámetro del láser. Esta precisión proporciona cortes de contornos complejos con bordes lisos de alta calidad y sin rebabas, que en la mayoría de los casos no precisan de trabajos de repaso.
¿Qué tipo de fuente puede tener el láser?
Existen diferentes fuentes de rayo, con resultados distintos que dependen del material y el espesor de chapa.

Láser de CO2
Su longitud de onda (TruFlow de 10,6 μm) permite realizar cantos lisos, sin rebabas, con la mínima rugosidad y con frecuencia sin que sea necesario mecanizado posterior. Por ello, es el recomendado para aquellos proyectos con cantos visibles o que deban ser uniformes para el procesamiento posterior.
Láser de estado sólido
Debido a la menor longitud de onda (TruDisk de 1,03 μm) que el láser de CO2 la energía emitida al material es mayor y se absorbe con mayor intensidad. Esto permite un corte más rápido, sobre todo en las chapas más finas. Es el láser más adecuado para el corte de cobre o latón.
¿Qué diferencias encontramos en los cantos?
Acero inoxidable y metal no ferroso

Acero para herramientas

Imágenes de Trumpf
Cada proyecto necesita unos requisitos diferentes por lo que es muy importante elegir el tratamiento láser de metal adecuado. En nuestro parque de máquinas contamos con una gran variedad de láseres y potencias que nos permiten ofrecerte los resultados que necesitas. Pregúntanos, estaremos encantados de ayudarte y brindarte asesoramiento personalizado.
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